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Doctor y General Rafael González Pacheco    Doctor José Emigdio González     Manuel Andara Olívar    

 

Doctor y General Rafael González Pacheco

 Nació en el municipio Santiago de El Burrero, hoy municipio Santiago, el 5 de enero de 1857. Fueron sus padres el Doctor José Emigdio González y la honorable y virtuosa matrona doña Isabel Ana Pacheco. Hizo sus estudios primarios y secundarios en la ciudad de Trujillo y superiores en la Universidad Central de Venezuela, donde obtuvo, después de brillantes exámenes, el título de Doctor en Ciencias Políticas y Abogado de la República. Una vez graduado, viajó a Europa, visitó París y otras capitales de aquel continente. Regresó a Venezuela y ejerció por poco, tiempo la profesión con éxito muy marcado. Pero las agitaciones políticas que entonces imperaban en nuestro territorio regional llegaron al extremo de destruirle su hermosa biblioteca, que había traído de París y completado en Caracas. Entonces, decepcionado, con la vigorosa energía que por paternal herencia, llevaba dentro de sí, se afilió al Partido Liberal, del cual su padre era uno de los principales caudillos. Su preparación intelectual, su valor y demás dotes personales le abrieron horizonte propicio para hacerse dentro de breve tiempo el famoso caudillo del mencionado partido.

Los Generales Santana y Juan Bautista Saavedra eran reconocidos en Trujillo como jefes del Partido Liberal. Pero debido a su avanzada edad y su espíritu de tolerancia, la mayoría de dicha agrupación anhelaba sustituirlos con un elemento nuevo y de reconocidas cualidades. Al efecto promovieron una reunión en Trujillo y designaron al. Doctor Rafael González Pacheco como jefe del Partido. 

Esta designación hirió la susceptibilidad de los jefes destituidos, pero éstos se mostraron en una actitud digna de su conducta sin hacer protesta alguna; sólo sus familiares y amigos intentaron hacerla y lograron alejar a muchos elementos del partido y dividirlo en dos grupos.

 El Doctor González Pacheco actuó, aunque por poco tiempo, al finalizar la Revolución Legalista, como Agente del. Ejecutivo en la Sección Trujillo y se desenvolvió con verdadera autoridad. Algunos años más tarde volvió a ocupar este cargo, que, como la vez anterior, rigió con vertical entereza y honradez, hasta que por circunstancias que sólo los dirigentes políticos conocían, fue reemplazado por el General Pedro Jugo.

En 1899 el Doctor Rafael González Pacheco se encontraba en Caracas. De allí salió, por orden del General Ignacio Andrade, con instrucciones de organizar en el Estado Truj1llo, con sus partidarios y con la colaboración del Presidente del Estado, señor don Juan Bautista Carrillo Guerra,, una recluta y seguir rumbo al Táchira a oponerse a la Revolución del General Castro. Pero quizá por diferencias partidistas habidas en ‑anteriores tiempos, el señor Carrillo Guerra, en cambio de prestarle colaboración, dificultó su empresa negándole el parque y libertad de acción para llevar todo el contingente de tropa que había reunido. A esto y a falta de ingenuidad y protección amplia del General Andrade, se debió su fracaso en Tovar.

En Mérida el General Morales le incorporó setenta hombres por los Generales Emilio Rivas y Víctor de Jesús González.  En Tovar se encuentra el General José María Méndez con quinientos hombres bien armados. Allí después de un combate muy reñido, cae muerto el General Méndez, segundo jefe de la revolución.

Informado Castro de la muerte de su segundo, reúne todo su contingente militar, montante a mil quinientos hombres y ataca en persona al Doctor González Pacheco. Acompañaba al General Castro en esta acción su brillante Estado Mayor: Generales Juan Vicente Gómez, Cárdenas, Prato, Emilio Fernández, Dávila, Miguelón Contreras, Santiago Briceño y Oficiales José María García, Eleazar López Contreras, Calixto Escalante, etc. El General González Pacheco sólo tiene 325 hombres y una oficialidad recluta en su mayoría. La lucha fue sangrienta y prolongada. Agotado el pertrecho suministrado por el General Morales, ordena González abrir unas cajas que había recibido en Mendoza por orden de Carrillo Guerra y se encuentra con que éstas no contenían sino cartuchos para chopos. En tal aprieto le fue imposible continuar la resistencia y se vio obligado a retirarse. Con él salieron algunos de sus oficiales y los demás cayeron prisioneros. Estos y otros detalles fatídicos, para el Doctor González que se omiten, justifican su derrota. El heroísmo desplegado en esta acción a través de dificultades múltiples, son hojas de laurel que de paso rozaron su sienes y fueron a caer al pedestal de su gloria. Esta derrota  ocurrió el 8 de agosto de 1899.

Retirado a su residencia de Santiago el Doctor González, siguen las rencillas entre ambos partidos y se hacen insoportables; toman entonces los liberales la enérgica resolución dé derrocar al Presidente del Estado. El Doctor González se excusó al principio de presidir la insurrección, pero al fin se hizo cargo de ella. Ataca a Trujillo el 20 de Setiembre de 1899, y después de doce horas de combate sangriento toman la ciudad y hacen prisioneros a los principales jefes del Gobierno, inclusive al Presidente, a quienes trataron respetuosa y dignamente.

Pocos días después de la toma de Trujillo se bate desde Carvajal con el General José Manuel Baptista y el Doctor Leopoldo Baptista, que estaba en Valera, pero en proporción muy desigual en cuanto a material bélico de factor humano y munición;  el de González era muy desigual, quedando, después de tres días de desastrosa lucha, centenares de muertos y heridos de ambos bandos. González se retira por encontrarse ya su tropa sin pertrecho y sin agua. Tomó rumbo a Betijoque, a fin de interceptar un parque que de Maracaibo venía destinado a los Araujo, pero con tan mala ventura que ya ellos lo habían recibido, obteniendo, solamente otra derrota formidable en Isnotú, de donde siguió en retirada hacia Pampán, para seguir después al Estado Lara y Falcón.

El Doctor y General Rafael González Pacheco en sus funciones políticas y militares, al servicio del General Castro, se distinguió como uno de los héroes máximos de nuestras contiendas civiles. Sus campañas en Lara, Yaritagua, Urachiche, Vuelta del Naipe, Valencia y Los Teques hablan por sí solas. De ellas nada se tratará en estas notas.

Por Decreto del General Castro, de fecha 15.de abril de 1901, fue nombrado el Doctor Rafael González Pacheco, Presidente del Estado Lara. Ocupó la Presidencia en condiciones difíciles, no había rentas y todavía quedaban revolucionarios en armas en el Estado.

Reemplazó al, General Jacinto Lara, caudillo muy estimado. La mayoría de los empleados renunciaron sus cargos, desconocieron la autoridad policial, algunos militares y ésta se vio atacada, en las calles de la ciudad. González se impone, prende a los insurrectos y restablece la tranquilidad.

Como Magistrado supo salvar inconvenientes con la misma facilidad con que había vencido en los combates.

Uno de sus primeros actos administrativos fue abrir el Colegio Federal de Primera Categoría de Barquisimeto, cuyo edificio los mandatarios anteriores habían convertido en cuartel. Para darle importancia a la reapertura de clases, celebró un acto literario que él mismo presidió.

En los cortos períodos que le dejaban libres las contiendas revolucionarias, y a pesar de las escasas rentas, reorganizó el Hospital de Barquisimeto, efectuó reparaciones en las calles y el puente “Bolívar”, construyó el puente de acero sobre el río cerca de Yaritagua, reparó el camino de Cabudare a Barquisimeto y realizó el Tercer Concurso Industrial de Lara.

El  2 de junio de 1903 pudo decir sin faltar a la verdad, en la proclama de despedida, lo siguiente: “Vuelvo, a la vida civil. Mi humilde espada ha quedado sin mancha en la contienda. Enemigo de las políticas personales, mi política se ha inspirado en la política nacional. Educado en la escuela de la cultura social, he sido conciliador por temperamento y he buscado la armonía de los intereses públicos.”

Al entregar la Presidencia de Lara asumió la del Estado Carabobo, que ejerció por pocos meses debido a su designación como Comandante de Armas del Estado Lara. Distinguido con esta nueva investidura volvió a Barquisimeto, donde había dejado muy hondas simpatías y le hicieron una insólita recepción. En los primeros meses del siguiente año fue nombrado nuevamente Presidente del Estado Lara, pero desgraciadamente ya su salud estaba minada por la tuberculosis y tuvo luego que retirarse a Caracas, donde murió el 17 de diciembre de 1905.

De Biografías Trujillanas de Pedro A. Santiago (1957)

 

Doctor José Emigdio González

En el actual Municipio Santiago, antes denominado El Burrero, fue la cuna del Doctor José Emigdio González.

No pudimos obtener información alguna sobre su infancia y juventud, pero sabemos que desde que alcanzó su grado de Doctor en Jurisprudencia delineó su recia personalidad con la convicción de un verdadero autócrata. Dice la tradición que en su discurso de grado significó a sus examinadores en forma escueta, que ninguna gratitud le merecían para la concesión de su título, ya que si lo merecía se lo debía a su propio esfuerzo, y que era un deber de ellos concedérselo, y si no lo merecía entonces no han debido hacerlo.

 Casó con la señorita Isabel Ana Pacheco, ante cuya familia se hizo pasar como muy rico, como efectivamente lo era; mas con ánimo de probar el fondo moral, y el amor de su esposa, la llevó a una ruinosa casa de campo en El Burrero, manifestándole que allí iban a vivir porque él lo poco .que tenla lo había gastado todo en el matrimonio, noticia ésta que nada melló el cordial afecto de su elegida.  Al cabo de varios días de una vida de penuria, pero llena de ternura ,y simpatía, en son de atender a unos acaudalados amigos qué los Invitaban, la llevó ¡a la lujosa casa de éstos, donde fueron exquisitamente atendidos; allí el anhelo de ella de volver a su campo y la mansedumbre y prudencia con que ella se había comportado desde su matrimonio, lo dejaron, convencido de que tenía por compañera una virtuosa dama que lo había sabido comprender; entonces le puso en claro el misterio. Aquella era su propia casa y los amigos sus propios servidores. Aquella abnegación de su esposa fué dignamente correspondida por él, que siempre supo amarla y respetarla.

 He narrado estos episodios porque ellos sirven para dar una idea de su excéntrica personalidad moral.

En 1859 fue nombrado Gobernador de la provincia de Trujillo; actuó hasta después del triunfo de la Federación, excepto un breve lapso en que gobernaron el Doctor Guillermo Tell Villegas y José Romero.

Gracias a su habilidad y don de mando, se impuso ante súbditos y todos sus gobernados y se puso en condiciones de mantener el territorio de su mando al margen de los horrores de la Guerra Federal que devastó los otros Estados de1 país, y logró que se efectuara pacíficamente el tránsito del Régimen Central al Federal, al cual se adhirió y siguió en el ejercicio de sus funciones.

Muy pocos combates se dieron en aquella guerra en tierras trujillanas, y los que hubo fueron favorecidos por el éxito debido al valor de sus jefes y soldados, lo que se reflejaba indirectamente en la sabia dirección del Doctor González.

El Doctor José Emigdio González fue también representante al Congreso Nacional. El General Guzmán lo asomó como candidato a la Presidencia Provisional de la República, pero sus excentricidades, que eran como inherentes a su carácter, dieron al traste con tan honrosa distinción..

Fue Rector del Colegio de Primera Categoría de Trujillo, y fue, a su vez, el liquidador de sus bienes, lo que hizo a su gusto y contentamiento. Con desagrado del Ministerio del ramo, por circunstancias relativas al proceso de liquidación, se realizó aquel acto.

Tuvo cuatro hijos: el Doctor y General Rafael González Pacheco, de quien trataremos en capítulo aparte. Manuel, que se graduó en medicina y se especializó en París, pero, por circunstancias de orden político, abandonó la profesión; era de un gran carácter y estaba designado para ser el jefe del Partido Liberal. Julio se graduó en jurisprudencia; vivió siempre en Caracas, donde desempeñó altos cargos. Emigdio fue agricultor bajo la dirección de su padre, que lo quería entrañablemente por ser tarado de deficiencia mental.

La gente sencilla creía que el Doctor González tenía pacto con el diablo desde que descubrió, de una manera al parecer misteriosa siendo Gobernador de Estado, un complot que contra él tenía proyectado el Comando de las fuerzas acantonadas de esta ciudad. Llegó solo sorpresivamente al Cuartel en altas horas de la noche, hizo preso al Jefe y demás conspiradores y los reemplazó por los oficiales de su confianza. Estos y tantos éxitos que llegó a alcanzar en su vida pública, dieron motivo a tan peregrina creencia.

Fue un hombre de carácter Incomprensible, enérgico y valeroso.

(Tomado de Biografías Trujillanas de Pedro A. Santiago (1957)

 

 Manuel Andara Olívar

 Este historiador y poeta nació el día 4 de julio de 1.913, en  Santiago de Trujillo, situado en jurisdicción del hoy Municipio Urdaneta, del Estado Trujillo. Fueron sus padres Argimiro Andara y Teresa Olívar de Andara.

Hace sus primeras letras en su pueblo natal. Cursa la primaria en la Escuela “Cristóbal Mendoza", regentada por el pundonoroso trujillano, Dr. Andrés Lomelli Rosario y luego cursa sus estudios de bachillerato en el famoso Colegio Federal de Varones. El 16 de julio de 1.946, la ilustre Universidad de Los Andes le confiere el titulo de Doctor en Ciencias Políticas y el 13 de agosto del mismo año, la entonces Corte Suprema del Estado Trujillo, le otorga el título de Abogado de la República.

Fue fundador del grupo literario "Mañana”, agrupación juvenil inspirada por el escritor tachirense Antonio Quintero García, a la cual perteneció el ilustre trujillano Mario Briceño Perozo, a quien el hoy biografiado le dedicó un soneto con motivo del homenaje que fuera programado en su honor, pocos meses antes de su muerte. Junto con este último y algunos jóvenes de su época, funda por los años 30, el periódico “La Idea Juvenil". vocero de los estudiantes del Colegio Federal, el cual fue impreso por primera vez el 20 de noviembre de 1.933. Fue asiduo colaborador del Semanario "Presente”, publicado primero, entre 1.942 y 1.945, y, posteriormente entre 1.979 y 1.980. Fue Director de "Movimiento", en el año de 1.943.

Ocupó diversos cargos, entre los cuales destacan el de Defensor Público de Presos en el Estado Trujillo, Presidente de la Junta Electoral Principal de este Estado, Consultor Jurídico del Concejo Municipal del Distrito Trujillo, Sindico Procurador Municipal de dicho Concejo. Se desempeñó como Juez Accidental del Juzgado Primero de Primera Instancia en lo Civil y Mercantil de la Circunscripción Judicial del Estado Trujillo y como Juez Titular durante más de diez años, de la Parroquia Santiago de Trujillo, de la misma Circunscripción Judicial, donde dio lustre y prestancia a dicho Tribunal.

Fue individuo de número, del Centro de Historia del Estado Trujillo, individuo correspondiente de la Academia Nacional de la Historia (24‑03‑717), miembro correspondiente de la Academia de Historia del Magdalena, República de Colombia (09‑10‑69), miembro correspondiente del Centro de Historia del Estado Falcón (07‑03‑72), miembro correspondiente del Centro de Historia del hoy Estado Vargas (24‑08‑76), miembro fundador (Presidente) del Ateneo de Santiago de Trujillo. Ocupó posiciones directivas en el Centro de Historia y en el Colegio de Abogados del Estado Trujillo. Fue un luchador incansable contra las dictaduras, llegando a sufrir persecuciones y cárcel, resultando preso en la Seguridad Nacional, Junto con Humberto González Albano, Alirio Lomelli, Amable Mendoza Olmos, los hermanos Barrios Uzcátegui, Diógenes Qieda, Faustino Ojeda y muchos otros luchadores, durante el régimen del dictador Marcos Pérez Jiménez. Fue miembro fundador del Partido Comunista de Venezuela, en el Estado Trujillo.

Numerosos escritos suyos se encuentran dispersos en revistas, publicaciones, diarios y boletines del Centro de Historia del Estado Trujillo. (...)  Su libro “El Camino de Santiago", publicado por el Archivo Histórico de la Nación en el año de 1.974, resume gran parte de la historia del Estado Trujillo y es un compendio de la vida histórica y cultural de su lar nativo. Publicó también la “Biografia de Don Tobías Valera Martínez,, Forjador de Generaciones y Ejemplo de Dignidad y Civismo" (1.960), premiada por el Concejo Municipal del entonces Distrito Trujillo, resultando ganadora dicha biografía en el concurso para elegir el nombre del Instituto Municipal Experimental, inaugurado el 09‑ 10­- 60; sus poemarios "El Toro de la Otra Vida” y "Diálogo con un Camarada Emplumado", han recibido los mejores elogios de la critica literaria. Entre sus trabajos citarnos también "Tres Momentos con Don Mario Briceño Iragorry” (1.968) y “Trujillanidad y Venezolanismo del Doctor Amílcar Fonseca" (1.972). En el año de 1.933 publicó en la Revista Fantoches, su cuento "Pencas", con dibujos del siempre recordado Leoncio Martinez (Leo). Su discurso titulado "Médula y Raíz de un Pueblo", pronunciado en su pueblo de Santiago de Trujillo, el 24‑07‑70, con motivo del retorno de sus hijos y la visita de los amigos de esta Población, constituye junto con las disertaciones hechas en esa ocasión por los doctores Luis Fernando Mendoza, Montani y Arturo Cardozo, pieza oratoria de profundo contenido histórico. Como obra inédita tiene un poemario que versa sobre el alzamiento del General José Rafael Gabaldón, en el año de 1.929, contra la dictadura de Juan Vicente Gómez, gobierno el cual disolvió al grupo literario “Mañana”, del que fuera miembro fundador nuestro biografiado.

En el año de 1.995, fue nombrado padrino de la VIII Promoción de Bachilleres, de la Unidad Educativa "Creación Santiago”. En fecha 07‑09‑96, se llevó a efecto en la Población de San Lázaro un recital poético auspiciado por el Ateneo de dicha Población y por la Dirección de Cultura del Ejecutivo del Estado Trujillo, donde el poeta e historiador Andara Olívar disertó magistralmente sobre su última creación poética dedicada al General José Rafael Gabaldón y a Monseñor Mejía. El Sernanarío "Acción", en fecha 25‑09‑96, reseñó tal acontecimiento en la columna "La Cuarta Carabela" del periodista Emiro Materano. Ese mismo Semanario en fecha 02‑10‑96, dedicó un amplio reportaje al doctor Manuel Andara Olívar.

 El poeta Manuel Andara Olívar vivió casi toda su existencia en su pueblo de Santiago de Trujillo, entre libros y recuerdos, inspirándose en sus montañas y con el rumor del riachuelo, o mejor dicho, su "Quebrada de Peña Blanca".

(De Argimiro Andara. Actualmente vive con su familia en la ciudad de Trujillo. Nota de los Editores)

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