La autonomía universitaria: ¿principio sagrado u objeto de discusión crítica?

Abstract

Asistimos en el país a un proceso complejo y sostenido de reajustes sociales donde los esquemas de "ser y estar", con los que nos hemos estado equilibrando con lo real concreto, se están haciendo cada vez más inefectivos. Se demanda, por tanto, una revisión significativa de los mismos hasta que den lugar al surgimiento de rasgos actitudinales y aptitudinales que favorezcan la "condescendencia con principios" a las nuevas situaciones mediante vínculos con el contexto que hagan viable y factible el advenimiento y sostenimiento de una sociedad auténticamente humana. En virtud de tal circunstancia, las universidades no están exentas de las influencias de esta "ley histórica". Por el contrario, al reconocerse sin maniobras ideológicas obnubiladoras que ellas son instituciones dotadas de la "cualidad de mutables", por ser por su origen y evolución estructuras culturales inseparables de las circunstancias y condiciones de existencia social-históricas y éstas de aquéllas, entonces, ambas no son eternas. "Verdades de Perogrullo" que por tales no pueden desconocerse. En este sentido, el encontrarnos ante la circunstancia de revisión del "andamiaje jurídico" vigente regulador del "ser y estar" de nuestras universidades, con la propuesta de un Proyecto de Ley de Educación Universitaria (LEU), se hace punto neurálgico la puesta en el centro, como objeto de discusión crítico-creativa por no ser un Principio Sagrado, del asunto relativo a la Autonomía Universitaria, con el auxilio de la tesis del Estado Docente.