Bioartefactos y humanos en la comunidad moral. ¿es la vida artificial un problema bioético?

Abstract

La emergencia de la Vida e Inteligencia Artificial –como parte de los desarrollos, desde 1950 de la disciplina Cibernética-, es un ámbito de estudio pertinente para la indagación bioética respecto del marco de relaciones éticas establecidas entre animales y agentes morales humanos y artificiales inteligentes. La utilización de dispositivos robóticos aplicados a los distintos campos de la cultura concita una valoración bioética en la que intervienen problemas originalmente vinculados –en Aldo Leopold y Van Rensselaer Potter-, a comprender las propiedades características de la relación que ha de establecerse entre la misma esencia de la técnica (Martin Heidegger) y la naturaleza humana. El sistemático uso de entidades artificiales inteligentes supone una des-centralización con respecto a la posición hegemónica de la Bioética Clínica y del Discurso Biomédico Hegemónico, en un giro ético hacia la Bioética Profunda –con fundamento en la Ecología Profunda-, como ámbito disciplinar y reflexivo en el que el hombre abandona su posición antropocéntrica y especista en la taxinomia de lo vivo, a fin de cooperar en forma mutual con agentes no-humanos en la auto-regeneración y/o salud de la biocenosis. El presente estudio indaga, por tanto, sobre los atributos de la relación bioética establecida entre animales y agentes morales humanos y artificiales inteligentes, a partir de la determinación ontológica de la “vida” como “sistema neguentrópico auto-organizado”, en relación con el orden biótico relacional descrito por Arne Naess y con la hipótesis de la “singularidad tecnológica”.